
Ha sido una lectura muy interesante y extensa la que nos proporcionaron del autor Xavier Vargas Beal, quien logró abarcar varios puntos de interés desde mi punto de vista como son:
¿Capacitar y educar son cosas distintas? Haciendo mención respecto a la distinción entre un Capacitador y un educador, en donde no solo no son lo mismo sino que ambos poseen objetivos esenciales para el logro de éxitos, pero desde puntos de partida diferente. Yo creo que pueden llevarse en complemento y no como contraposiciones.
De igual modo hace cuestionamientos tales como ¿desde donde situar el aprendizaje del alumno?
El manejo de la zona de desarrollo próximo que la misma RIEMS ubica como el contextualizar el conocimiento desde el entorno mismo del estudiante.
La polémica del discurso verbal en donde se minimiza su valor por considerarse técnica propia de la educación tradicionalista pero no creo en su desvaloriación pero si soy consciente del abuso de su utilización sin una finalidad coparticipativa de la implementación activa de los conocimientos. En donde el aprehender no es término nuevo sino “desempolvado” en su significado y con la visualización concreta de no solo memorizar, sino hacer propio el conocimiento para tener las herramientas de desarrollo y aplicación pero con la plena conciencia de lo que se hace.
En general la lectura fue un sacudir algunas ideas que se han ido generando a través de la educación por competencias desde los ámbitos empresariales como a través de las diversas posturas de pedagogos, educadores, filosofos y psicólogos; pero coincidiendo en la relevancia de la motivación e interés que se genere en el mismo alumno entorno a lo que ubique como necesario en su entorno (zona de desarrollo próximo) para darle a su vez un sentido práctico.
Considero que la postura de Vargas es humanista entendiendo las necesidades actuales y ubicando que no solo la RIEMS es para nivel Bachillerato o alumnos sino también para niveles univeristarios, estudiantes que busquen respuestas como para los profesores mismos quienes si no asumimos el reto y la visión del entendimiento de la razón esencial de la educación no se dará un verdadero aprendizaje, entendiendo además que el estudiante debe encontrar su motivación y el anhela por aprehender (con h) evitando con ello caer en la rutina y apatía mental que lamentablemente se expande como epidemia entre los jóvenes hoy en día.
Por lo que no creo que el aprendizaje sea trivial, ni sea observable de manera sencilla... creo que el verdadero aprendizaje generará una transformación en el sentir, vivir, expresarse, actuar y decidir a cada momento de la vida... la educación se refleja con trascendencia y ello implica tiempo, esfuerzo y constancia que podrá ser traducido en habilidades, competencias y sobre todo pensamiento crítico. Creo que entender el aprendizaje meramente como algo memorístico es un error.